Tendinitis Aquiliana
El Tendón de Aquiles tiene una forma redondeada, indicador que es un tendón diseñado sobre todo para soportar grandes fuerzas de tensión, y posee una zona hipovascularizada (con poco riego sanguíneo) en su tercio medio, la que lo hace vulnerable a sufrir lesiones.
Entre los factores de riesgo para desarrollar la Tendinopatía Aquiliana encontramos: Discrepancia de longitud de las Extremidades Inferiores, Debilidad o desequilibrios musculares, Deterioro de la flexibilidad, Laxitud Ligamentosa, Edad, Obesidad, Alteraciones Articulares, Error de Entrenamiento y de Cargas. Claro está, que muchas tienen que ver tanto con esta, como con otras lesiones deportivas.
Pero preguntémonos lo siguiente: ¿Qué otros factores pueden influir en la permanencia de mi lesión?, ¿Es normal que mi lesión sea crónica?, ¿Pueden otras lesiones ser la causa de mi tendinopatía?. Para ir respondiendo rapidamente, les puedo decir una vez más, que la subluxación articular es un factor de riesgo importante para la existencia de esta tendinopatía, así como de mantenerla como crónica. Ahora, si pensamos que un tobillo que se ha esguinzado, también se ha subluxado, podemos concluir que otra lesión (como un esguince de tobillo), puede ser la causa de la tendinopatía aquiliana. Ya que el funcionamiento de las estructuras articulares que conforman el tobillo es fundamental para la mecánica ascendente de toda la extremidad, y es importante que nuestro cuerpo y sistema nervioso central se encuentren libre de la interferencia propiciada por las subluxaciones, todo esto para que nuestro organismo desarrolle su mayor potencial y eficiencia mecánica.